18 de julio de 2016

Apuntes cortos I


Últimamente, los únicos lugares donde realmente puedo concentrarme para leer son los asientos de los buses. Cantos y cuentos quechuas I, Submarine, No es país para viejos, El desprecio, La fierecilla domada, Las ventajas de ser invisible, Canción de hielo y fuego y El manifiesto romántico se los debo al tráfico de la Javier Prado.
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¿Por qué las pastillas genéricas de clorfenamina son tan baratas? Puedes comprar una caja de 100 pastillas a solo 3 soles. Es decir, cada pastilla cuesta apenas 0.03 soles, ni 10 céntimos.
No puedo creer que con tan poco dinero pueda aliviarme de la alergia del día. Sospecho que estoy consumiendo placebos.
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No soy bueno cantando, pero creo que podría interpretar una versión decente de Labios rotos de Zoé. Al menos la parte que dice "es raro el amor" me saldría perfecta, porque tengo el mismo problema de pronunciación de la "erre" que tiene el vocalista mexicano.
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Los bolivianos también sacarían buenas versiones de esa canción.
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Todo el tiempo elaboro listas negras de personas y lugares: malos dentistas, malos profesores, malos restaurantes, malas marcas de jamonada, entre muchos otros.
La lista más corta corresponde a quienes nunca me devolvieron libros que le presté. Son dos personas, y me deben Yo, robot (que me compré en la Navidad del 2007) y una edición bilingüe de La caída de la Casa Usher.
Ellos permanecerán en la lista negra hasta que recupere esos ejemplares. Están advertidos.



5 de julio de 2016

Conocimiento inútil


Después de tantos años por fin entiendo la ignorancia de los estadounidenses sobre geografía y sobre lo que sucede más allá de sus fronteras. Tiene sentido. Ese conocimiento no les sirve para su vida diaria, ni para estudiar en la universidad, ni para hacer dinero. Si no sirve, para qué perder tiempo en saberlo, ¿verdad?

Muchos sabemos cuáles son las principales capitales de los países de América y Europa, sabemos aspectos básicos de física moderna (como las nociones de velocidad de luz y la teoría de la relatividad) y sabemos sumar, restar, multiplicar y dividir decentemente.

Pero nada de eso sirve en el mundo moderno.


Vale más tener una buena imagen (no ser feo), una red de contactos (padrinazgos) y sobre todo, tener la habilidad de hacer dinero. Como los chicos y chicas de la televisión, como los youtubers, como César Acuña.

Eso es todo lo que importa en nuestros días.

Por eso los exitosos de nuestro país no temen ejercer su ignorancia. Por eso a nuestros periodistas no les importa informarse antes de hacer un comentario. Por eso sus colegas los defienden con varios a- quién-no-le-ha-pasado.
Total, quién va a cuestionarlos ¿La gente que se preocupa por aprender y educarse un poco? ¡Por favor, si no ganamos ni la mitad que ellos!

6 de abril de 2016

Lima la grande

Foto: Atoq Ramón

Lima es tan grande que ayer se anunciaron dos eventos importantes: el concierto de Coldplay y la marcha contra el golpe de Estado del 5 de abril de 1992. También se difundió en las redes sociales un audio que alertaba que Humala iba a aprovechar la marcha para ejecutar un golpe de Estado y anular las elecciones.

Como era de esperarse lo del golpe fue una farsa. Lima es tan grande que alberga gente malintencionada que difunde falsos rumores y gente estúpida que cree en audios difundidos por Whatsapp.

Mientras que al concierto de la banda inglesa asistieron cerca de 40 mil personas y a la marcha por el 5 de abril una cantidad similar. Algunos decían ingenuamente que Coldplay y los rumores del golpe afectarían la convocatoria de la marcha, pero se equivocaron.

En Lima hay mucha gente que repele la política y solo quiere divertirse, pero también suficientes personas dispuestas a defender los valores democráticos con marchas y protestas.


Y eso que no contamos al resto de limeños, cuyo martes 5 abril fue un día más de trabajo o de estudio. Tal vez estuvimos pendientes del concierto y de la marcha, pero nuestra vida fue la misma de siempre.

28 de marzo de 2016

Detesto a los cinéfilos


Detesto a los cinéfilos. Tanto a la aburrida serie web como a los que se jactan de serlo por ver una que otra película indie. Peor, odio a los que se llaman así mismos cinéfilos para luego emocionarse con los trailers de las películas de Marvel. Cualquier persona seria sabe que la mayoría son producciones mediocres para vender merchandising. Lo saben también los lectores de cómics.

Me gusta el cine pero no me llamaría cinéfilo porque no cumplo los requisitos para serlo. Son pocos los que deben ser considerados como tales, solo aquellos que han dedicado cientos de horas a ver y disfrutar películas de toda clase, de múltiples naciones, de autores con sentidos de la vida distintos y con diferentes estilos de expresión. Y aún así están ansiosos de descubrir nuevas formas de cine.

Aquellas personas saben diferenciar el arte del artificio. Aman las secuencias con imágenes geniales, y claro, se indignan con los bodrios que abundan y se disfrazan de buenas películas.

Lo cinéfilos auténticos también saben que no existe una división malo-bueno entre cine mainstream y cine arte. Aunque en el primero su principal interés es vender canchita en los multicines, con no poca frecuencia nos han dejado clásicos estimables. Mientras que entre las miles las películas "artísticas" se encuentran también grandes estafas que pueden deslumbrar al principio, pero luego notas que son más del montón.


No obstante, las grandes distribuidoras cinematográficas tienen el monopolio de las salas de exhibición y así controlan la oferta. Por eso me molesta esa pose cinéfila que se limita a la cartelera comercial porque vive de ella. Podrían tener una visión más amplia y darle más importancia a otros cines, pero cubrir los Premios Oscar les resulta más rentable.

Últimamente se habla mucho de "películas honestas" porque no tienen grandes pretensiones, pero se dice poco de la honestidad de los que escriben sobre cine. Enfrentémoslo, son pocos los capacitados para hacer una crítica de cine y una parte importante de los denominados "reseñistas" parecen formar parte de la estrategia de marketing de las grandes producciones comerciales.

Es por eso que prefiero decir que me gusta ver cine, es más sincero. Sentarme y disfrutar las imágenes en movimiento: la deslumbrante fotografía, los diálogos ingeniosos, las actuaciones convincentes, las historias inolvidables...



22 de marzo de 2016

No sirve, es totalmente inútil

—Me hubiera gustado ser alguien más útil... Con toda sinceridad, yo siento, ahora, que el arte es algo totalmente inútil, que no tiene ningún sentido: la poesía, la música... Al único arte que le sigo guardando respeto es al teatro...
—¿Pero usted cree que su poesía no sirve? ¿Usted cree que no conmueve, que no enriquece? Como lector le diría, cordialmente, que usted está diciendo una barbaridad...
—Tal vez, pero nos leen tan pocos... 

¿Sirve la literatura? ¿Solo está para conmover? ¿Es capaz de cambiar la realidad social? Por lo menos se puede decir que no lo hace de forma inmediata.

Como sucedió en la Guerra Civil Española, que atrajo la atención de los escritores del mundo, y la gran mayoría de ellos (los mejores, sin duda) se inclinaron por la República. Es decir, se enfrentaron desde sus libros (y algunos también con las armas) al fascismo. André Malraux, Ernest Hemingway, García Lorca, George Orwell, Dos Passos, Sartre, Carpentier, de Beauvoir, Tzara, Vallejo, Neruda, entre muchos otros.
¿Y cuál fue el resultado? ¿Acaso no ganó Franco? La literatura no puede ganar guerras.

¿Y qué fue de Hora Zero? Ellos plantearon una "poesía social" como modo de lucha por el socialismo. ¿Consiguieron lo que anhelaban? No, el Perú estuvo lejos, lejísimos de llegar a una revolución socialista (las guerrillas de los 60s fueron tibios intentos, y Sendero Luminoso y el MRTA fueron formas anacrónicas y perversas del comunismo).

Por eso, siempre que escucho esa famosa pregunta acerca de la utilidad del arte (de la literatura, de la poesía), recuerdo las decepcionadas (y decepcionantes) palabras de Juan Gonzalo Rose de la entrevista de arriba*.

*Del libro Cambio de Palabras, de César Hildebrandt.

13 de enero de 2016

I can't contain the motion, Get it out of my mind

En unas horas viajo al Cusco y no puedo contener la emoción.

Este destino siempre estuvo marcado en los mapas del colegio y estaba rotulado con un "algún día".

Y ese día ha llegado. Al fin podré conocer la mítica ciudad del Sol y sus calles de piedra.

Hasta ahora no me lo creo del todo. Con suerte quizás vea un Pururauca.