13 de septiembre de 2015

Debí leer antes a George R. R. Martin

Lo que se aprende poco a poco a lo largo de esta vida está resumido en las páginas de los cinco tomos de Canción de hielo y fuego. Lo que toma varias decepciones, y algunas experiencias traumáticas, se puede leer en la trágica historia de los Stark y la extinción de los Baratheon.

El mundo no es como nos lo cuentan cuando somos niños, donde las leyes nos resguardan y alcanzamos la felicidad como recompensa por obrar bien. No, el mundo real en el que vivimos es un lugar terrible: violento, injusto y lleno de sufrimiento.

La bondad pocas veces recibe recompensas y no te protege contra el mal. La maldad suele salirse con la suya porque no tiene escrúpulos que la detengan. El que triunfará en la vida será el más fuerte y el más audaz, no importa si es buena o mala persona.

Las lealtades se olvidan cuando aparece el dinero y generalmente apoyan al que va ganando. La conveniencia suele ser el motivo real de las acciones de la gente, no la justicia ni el honor.

Y es que el honor solo gana batallas morales. La gloria es de los pragmáticos, la muerte de los principistas.

Dominar muchos conocimientos, trabajar con esfuerzo, hablar con honestidad y actuar con justicia no bastan. Sin astucia, sin carisma y sin malicia todo emprendimiento está condenado al fracaso. Es más, los primeros no importan mucho.