24 de septiembre de 2017

We need to talk about Twin Peaks


Puede que la tercera temporada de Twin Peaks no haya gustado a muchos, pero lo que no se puede dejar de reconocer es que esta serie no se parece a nada de lo que HBO, Netflix o cualquier cadena de televisión haya producido antes.
No solo se trata de su especial estructura narrativa o el uso de elementos surrealistas en esta historia de Laura Palmer y el Agente Cooper. David Lynch ha escrito una serie nada dispuesta a complacer a sus seguidores. Es más, parece que siempre quiso hacernos enojar.
Por eso nunca se resuelven dos de las interrogantes más importantes que dejó la segunda temporada: How’s Annie? o ¿qué le pasó realmente a Audrey tras la explosión?. Tampoco se resuelven los misterios de estos nuevos episodios: ¿qué decía en la página perdida del diario de Laura?, ¿qué le dijo ella al oído a Cooper?, ¿quién es exactamente Judy? y Who's the dreamer?
Y sobre todo, nunca tuvimos una explicación certera sobre el Black Lodge, Bob, los doppelgängers y todo el mundo sobrenatural de Twin Peaks. Lynch te da indicios, pero no respuestas.



También hay líneas narrativas que nunca se concretan. Las historias de Bobby, Ben Horne, el Mago, James, Shelly y otros habitantes de Twin Peaks son mostradas incompletas, por fragmentos y sin anticipo de lo que pasará después con sus vidas.
Otro detalle llamativo es que Lynch no cede ante el fan service. Salvo la historia de Big Ed y Norma, el resto de desenlaces felices son saboteados deliberadamente. Por ejemplo, Shelly y Bobby están separados para siempre, mientras que Cooper y Audrey no terminan juntos (¡ni siquiera llegan a encontrarse!). Tampoco tuvimos el esperado reencuentro del verdadero Dale Cooper con el pastel de cereza ni tuvo oportunidad de pronunciar su famoso latiguillo: Damn fine coffee

(Mejor. Porque Game of Thrones fue arruinado por complacer en exceso a los fans y ahora se ha convertido en una telenovela con escenas de acción).

Por último, lo más desconcertante es cómo termina la serie. No tiene un final feliz, tampoco se le puede describir como trágico. Sino que es un final frustrante, porque sabes algo anda mal, pero no tienes ni idea de lo que acaba de pasar.


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