—Me hubiera gustado ser alguien mĂĄs Ăștil... Con toda sinceridad, yo siento, ahora, que el arte es algo totalmente inĂștil, que no tiene ningĂșn sentido: la poesĂa, la mĂșsica... Al Ășnico arte que le sigo guardando respeto es al teatro...
—¿Pero usted cree que su poesĂa no sirve? ¿Usted cree que no conmueve, que no enriquece? Como lector le dirĂa, cordialmente, que usted estĂĄ diciendo una barbaridad...
—Tal vez, pero nos leen tan pocos...
¿Sirve la literatura? ¿Solo estĂĄ para conmover? ¿Es capaz de cambiar la realidad social? Por lo menos se puede decir que no lo hace de forma inmediata.
Como sucediĂł en la Guerra Civil Española, que atrajo la atenciĂłn de los escritores del mundo, y la gran mayorĂa de ellos (los mejores, sin duda) se inclinaron por la RepĂșblica. Es decir, se enfrentaron desde sus libros (y algunos tambiĂ©n con las armas) al fascismo. AndrĂ© Malraux, Ernest Hemingway, GarcĂa Lorca, George Orwell, Dos Passos, Sartre, Carpentier, de Beauvoir, Tzara, Vallejo, Neruda, entre muchos otros.
¿Y cuĂĄl fue el resultado? ¿Acaso no ganĂł Franco? La literatura no puede ganar guerras.
¿Y quĂ© fue de Hora Zero? Ellos plantearon una "poesĂa social" como modo de lucha por el socialismo. ¿Consiguieron lo que anhelaban? No, el PerĂș estuvo lejos, lejĂsimos de llegar a una revoluciĂłn socialista (las guerrillas de los 60s fueron tibios intentos, y Sendero Luminoso y el MRTA fueron formas anacrĂłnicas y perversas del comunismo).
Por eso, siempre que escucho esa famosa pregunta acerca de la utilidad del arte (de la literatura, de la poesĂa), recuerdo las decepcionadas (y decepcionantes) palabras de Juan Gonzalo Rose de la entrevista de arriba*.
*Del libro Cambio de Palabras, de CĂ©sar Hildebrandt.
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